Había una vez, en un lugar soleado llamado Cicero West, una granja maravillosa. Esta granja pertenecía a una amable señora llamada Jhovanna. La granja era especial porque tenía muchos animales divertidos y plantas coloridas.
Un día brillante, un grupo de amigos decidió visitar la granja. Eran Alexa, Eliana, Zoe, Javier, Lucas, Linda, Joel, Yarethzy, Gael, Ángel, Zara, Analyah, Aimee y Lexany. Todos estaban muy emocionados.
"¡Vamos a ver los animales!" gritó Zoe con alegría.
Cuando llegaron a la granja de Jhovanna, saludaron a todos los animales que allí vivían. Había gallinas que cacareaban, kittens jugando entre sí y un enorme caballo llamado Estrella.
"Hola Estrella," dijo Javier mientras acariciaba su suave pelaje.
Estrella movió su cabeza felizmente y respondió: "¡Hola chicos! ¿Quieren vivir una aventura mágica conmigo?"
Los niños miraron sorprendidos entre ellos. ¡El caballo podía hablar! "¡Sí! Queremos!”, dijeron todos al mismo tiempo.
Estrella sonrió y les dijo: "Primero deben ayudarme a encontrar mi sombrero perdido. Sin él no puedo volar por el cielo mágico." Los niños se miraron con ojos brillantes; ¡una búsqueda mágica era justo lo que necesitaban! Entonces comenzaron su viaje hacia el bosque encantado detrás de la granja.
En el camino encontraron flores danzantes que cantaban canciones alegres: “Flores bailarinas están aquí para jugar”. Aimee comenzó a bailar junto con las flores mientras los demás reían.
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